Viviendo al revés de los demas
Matías Esquivel, de 25 años, estaba decidido a quedarse el sábado por la noche en su casa porque al otro día tenía que estudiar para los finales que se aproximaban en su facultad. A pesar de la insistencia de su amigo Gianluca y Micaela, él estaba mentalizado que la salida del viernes por la noche iba hacer la única del fin de semana.
Se acostó en la cama mientras miraba el show de Duki en el Buenos Aires Trap, hasta que ve una historia en Instagram de su amiga Micaela, se la comenta y ella contesta “Me fallaste hoy”. Entonces, Mati pensó, ¿si me voy y me aparezco de sorpresa? Eran las 2:25 AM y se fue rápido a la ducha, se cambio, coloco 2 pastillas de MDMA en su escondite secreto, y 03.00 AM estaba en la puerta de su casa esperando el uber.
En el viaje, fue hablando con el chofer le contaba que ese sería su último viaje y después se iría a su casa en Claypole, en ese momento paró en un semáforo y se les acerca un hombre vestido de mujer, haciendose llamar la Samantha, les ofrecía sus servicios. Pero no prestaron atención y siguieron su viaje.
Llegó al Golf de Palermo, lo revisan, pago la entrada y lo primero que hice fue ir al baño, una vez allí siente que le dicen ¡Mati! se da vuelta y era Brian, un amigo que conoció de las noches de gira, se saludaron y le dice estamos en el medio venite con el grupo. Se cruza a otro amigo, Fede, lo acompañan nuevamente al baño y le consulta a Brian si tenía agua, así se tomaba la sustancia que lo haría perderse por unas horas en ese momento arrancaba la noche para Matías, el sentía que tenía que estar bailando y su cabeza volando en otro planeta.
Se acerca donde está el grupo, y cuando su amiga Micaela lo mira se sorprende y se dan un abrazo sin poder creer que él estaba ahí, una mayor sorpresa se llevó Gianluca quien le había insistido todo el día y siempre había encontrado una negativa por parte de Mati, Micaela lo puso a su lado y le dijo ahora bailas conmigo. Los efectos del MDMA empezaban hacer efectivos en el cuerpo del protagonista, entonces agarra 2 botellas y decide ir a cargar agua al baño, camino hacia el toilet y sin darse cuenta, se dirigía al baño de mujeres, hasta que la de seguridad lo para y Matías da le vuelta y se va para el baño masculino.
Tras ese episodio, se daba cuenta que ya estaba en "Narnia" lo único que necesitaba era bailar y dejar todo en la pista. Se hacen las 6.30 cuando el dj toca el último track para terminar en una mañana soleada. Salen del lugar y el día parecía no terminar para el oriundo de Munro, todo seguiría en el after en la casa de Fede, alrededor de 10 personas llegaron a la casa, descansaron, escucharon un poquito de música y partieron a las 08.00 AM.
Todo parecía terminar, pero Micaela y su amiga Camila no tenían en mente descansar, ellas dijeron, ¿sí nos vamos al after de Pinar? Gian, contesto, “pasamos por casa agarro las cosas y arrancamos” dijo el dueño del auto. Para la felicidad de esas 2 manijas se venía el tan esperado after, llegamos a la casa de Gianluca, preparamos todo y partimos.
Llegamos al barrio de Ramos Mejía, al mítico Pinar de Rocha, templo de los manijas y vampiros con sed a seguir de joda. Gian no tenía escondite seguro, por eso le decía a Matías ¿te animas a pasar esto? Si, le contesta. Lo pongo acá que no se ve, llegamos al lugar.
Apenas entramos nos revisan, y Mati ve que los de seguridad testean a Gianluca justo en el lugar donde Matías se había colocado no 1 o 2, sino 7 pastillas de MDMA, más jugado que nunca, el protagonista decide evadir la seguridad que era bastante detallista, para elegir al segundo. Un poco de nervios tenia Matías al saber que si encontraban todo, la fiesta se terminaba, era como patear el quinto penal de la serie si lo erraba se quedaban afuera, cuando le toca su turno el patovica del lugar toca la parte donde estaba guardado todo y por milagro del santo de los manijas no le descubren nada.
Mati, mira a Gian con cara de sorprendido, siente felicidad y alivio en su cara, la fiesta seguiría y todos serian felices bailando hasta la 13.30 del día domingo. Con 3 pastillas en su cuerpo, su físico todavía respondía después de bailar por 11 hs, no es la historia más sana del universo, ni tampoco es un ejemplo. Pero así es Matías, tómalo o déjalo, pero nunca va a dejar tirado a sus amigos.
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